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miércoles, 22 de octubre de 2008

REHABILITACION DE ANTIGUA VIVIENDA SOLARIEGA MANCHEGA

TIPOLOGÍA DE LA VIVIENDA SOLARIEGA MANCHEGA.

Este edificio mantiene el esquema tipo de la casa solariega manchega.

En la arquitectura popular los materiales de construcción más empleados fueron la piedra, barro, ladrillo y madera. En el esqueleto o estructura del edificio se utiliza principalmente el muro de carga de tapial, de barro y paja. En el encamarado, la viga de madera y la caña. En la cubierta la teja de barro cocido.


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En la Mancha, la vivienda rural antigua suele constar, además de los cuerpos dedicados al uso habitacional, un corral anejo (gallineros, cuadras, bodega, granero, etcétera).

La puerta de entrada a la casa (nave principal) es estrecha de una sola hoja, de madera. A continuación un zaguán o pasillo empedrado, posteriormente embaldosado (de barro cocido), que conduce al patio. En el patio se encuentra situado el acceso a la nave granero y un pozo, éste último originalmente compartido en muchos casos con el vecino.

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Estos edificios adoptan tres configuraciones, principalmente: nave a dos aguas de una sola planta, porche a un agua y/o nave a dos aguas de dos plantas o con entreplanta para el grano. En el caso de esta construcción, estamos en la tipología de dos naves a dos aguas dispuestas ortogonalmente con entreplanta o planta primera con porche en el testero de la nave principal. La estructura del porche es de madera apoyada sobre machones de mampostería.

La madera interviene en la estructura de cubierta de la nave y en la entreplanta del granero. La geometría de esta estructura busca la máxima sencillez. Se trata de un sistema de par y picadero, en el que se emplean pares muy juntos, consistentes en escuadrías muy toscas o simplemente de rollizos. Sostienen tabla de ripia o como ocurre en este caso, entramado vegetal sobre el que se sitúa la teja.

La cubierta tanto de la nave principal como de la nave granero, combina la cubierta de par y picadero alternando una cercha triangular cada cuatro de las otras formas. Las luces de los muros de tapial no superan los cinco metros. Respecto a la entreplanta y planta primera, se utilizan viguetas muy próximas que sirven de soporte al entablado o relleno de cascotes en el caso de la nave granero.

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A destacar de esta vivienda, el buen estado de conservación de las cubiertas. Generalmente y en La Mancha suele ser habitual encontrarse muchas casonas en un estupendo estado de conservación aún en construcciones centenarias, madera que, naturalmente, no ha sido objeto de ningún tipo de tratamiento. Esto demuestra la buena adaptación de este material a los climas como el manchego, de muy baja precipitación anual y por tanto humedades relativas ambientales reducidas.

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